lunes, 17 de agosto de 2009

1619



Sangre y tiempo
Ilustrísimo Padre,
Ahí van todos.

Rencos, flacos,
una nube de mosquitos
las barrigas infladas.

Son 400
Talamanca en llamas
400 indios bajando de la montaña

a Cartago llegan,
Padre,
y a la par de la hierba
seguirá creciendo la cizaña.

Arde a lo lejos
Gloria a Dios
Arde Talamanca.

Los ojos clavados en el suelo.
Vergüenza ha de darles,
Oh Señor,
la desnudez,
la desgraciada costumbre
de vivir y dormir
al lado de sus muertos.
Por eso vienen enfermos
y se caen de repente
y mueren de repente
y no lloran ni se quejan
solo caminan
cuesta abajo
ruedan como piedras
y es todo silencio.

Talamanca arde
y Cartago cada vez más cerca.
Algunos se desploman;
no importa, son 400.

5 comentarios:

Claudio Tercero dijo...

a mi vergüenza me da cuando veo a estas mujeres indígenas con sus vestidos de colores sentadas ahí por el Banco Central pidiendo sobras...
Siendo tan ricas en cultura y conocimiento!!!
Me avergüenzo de que no valoremos ese conocimiento lo suficiente como para evitar que lleguen a tal extremo...
Gracias Laura!
Recordar los errores del pasado es es una buena costumbre para por lo menos evitar que se repitan!

Tartaruga dijo...

esa romeria quisiera cantarla un dia usando tus palabras. Quien sabe un dia deberiamos todos caminar hacia Talamanca.

macizo dijo...

Gracias Claudio y gracias Tartaruguita por venir. Comparto mucho lo que dicen los dos. Al chile que sí.

esteban dijo...

no sé si es una caballada, pero mientras leía este texto, que me gustó mucho, pensaba en los africanos abandonados en la costa atlántica. beso Lau.

macizo dijo...

Hola teban. No me parece ninguna caballada....para nada.
Abrazo para vos y mil gracias por pasar.

 
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